Algunos dicen que el amor con el paso del tiempo se desgasta, pero el de ella se volvió más y más fuerte. Ramona Herrera tiene 73 años y es hincha fanatiquísima de Atlético "desde que tiene uso de razón". Los hinchas la llaman "la mamá de todos los decanos" porque cada vez que juega su equipo ella abre las puertas de su casa para que hagan la previa ahí.
"Ramonita" -como es conocida por los vecinos-, vive en el barrio Vial con su hijo Oscar. Se dedicó a la enfermería durante 40 años ininterrumpidos pero hace unos años decidió usar sus manos sólo para cocinar. Es que en esas famosas previas futboleras, la mujer cocina empanadas caseras y las vende entre los convocados del patio de su casa.
"Las previas son como esos domingos en familia. Somos una gran familia", comentó su hijo.
La profesión no sólo le dejó unas manos delicadas para el repulgue sino también generaciones de conocidos en el barrio. "Vienen los hijos o nietos de las personas a las que ella le ponía inyecciones cuando era joven. Es increíble", contó Oscar.
"Yo los atiendo y si los tengo que putear los puteo. Cuando veo la hora y es tarde para ir a la cancha les digo: 'vayan rajando'", dijo "Ramonita".
"Gula" -como lo llaman a Oscar-, fue por primera vez a la cancha cuando tenía 10 años y lo hizo acompañado de su mamá, quien en ese momento le mintió a su marido para que él no le pida que no vaya. "Lo agarré a mi hijo y nos fuimos corriendo a tomar el colectivo. Lo dejó en la cancha y después lo fui a buscar y volvimos juntos a la casa. A la vuelta ya no nos podían decir nada, ya había visto el partido", recordó entre risas la mujer.
Pero ese hombre que la acompañó durante gran parte de su vida, su esposo, fue quien la agarró de la mano ese primer día que ella entró al Monumental. "Nunca me voy a olvidar de ese día", expresó emocionada Ramona.
Por diferentes adversidades y algunos problemas de salud, hace un tiempo que la empanadera del barrio Vial no visita la cancha de su amado club. Las últimas veces que fue lo hizo a espaldas de su hijo y hoy ambos lo cuentan como insólitas anécdotas.
"Me llama un amigo y me dice: 'Gula, no te preocupes, pero estoy viendo a la 'Ramonita' acá en la tribuna'. Yo no podía creer. Fui a ver y era cierto. Estaba agarrada del alambrado alentando", mencionó el joven.
Con su camiseta personalizada de Atlético puesta (regalo de su cumpleaños 70) y 73 años vividos, Ramona se animó a decir que todavía no cumplió todo en vida. Además del nieto que le pide a su hijo, le queda otro sueño pendiente: conocer al "Laucha" Lucchetti y al "Pulguita" Rodríguez. "Conocer a mis dos ídolos es mi sueño. No me voy a ir de este mundo sin verlos personalmente", confesó la mujer.